lunes, 23 de agosto de 2010

Capitulo 50:

Me levante de la silla donde estaba sentada y empecé a andar hasta la puerta con unas ganas tremendas de tirar todas las cosas que me encontraba por mi paso a la vez que también quería chillarle unas cuantas cosas a aquella mujer que me había dado toda aquella confianza en aquel trabajo.
-Ágata, espera.
-Me pare y me gire hacia donde ella se encontraba.
-Mañana podrá pasarse por el banco para recoger el dinero que le corresponde y la próxima semana el dinero de la indemnización por no cumplir el contrato
Al oír aquellas palabras no me pude contener respire profundamente y bastante alterada pero con mi posición firme me atreví a contestarla.
-¿Después de despedirme por injustas razones, solo se le ocurre decirme eso? ¿Ni un suerte buscando otro trabajo, ni un gracias por trabajar aquí, ni un as cumplido perfectamente con tu trabajo?
-Agatas
-No, ahora hablo yo déjeme terminar.
-Con mis mayores respetos déjame decirla que usted no se preocupa por sus trabajadores lo único que la importa es ganar y ganar y ganar dinero para usted los empleados lo único que son es una fuente mas de ingresos hacia su cartilla. Y por ultimo déjame decirla que antes del dinero existe otra cosa llamada personas y que usted no es nadie para humillarlas.-Una vez dicho esto salí del despacho y bastante alterada recogí todas mis cosas, la gente me miraba pero ninguna se atrevía a decirme nada, en ese momento me pude dar cuenta de que allí toda es una imagen la imagen de jefa buena para que los trabajadores estén a gusto y los clientes también y luego cuando menos te lo esperas… ¡ZAS! Golpe bajo muy bajo…Tanta confianza que tenían en mi ¿Por qué no creen mis palabras? Bueno y luego están los compañeros aquello que te sonríen cada que pasas por su lado que te hacen la estancia mas agradable pero que a la hora de la verdad solo los mismos rastreros que todos que luego no son capaces ni de preguntarte un simple ¿Qué te ha pasado? ¿Te encuentras bien? No es vez de eso solo se paran a mirar como si nada les importara.
No se si podría aguantarme las ganas de montar un pequeño numerito, antes de salir por la puerta respire varias veces para contenerme y salí por la puerta. Fue la primera vez en mi vida que pensé antes de actuar. No les podía dar ese gusto además en ese momento si que tendrían motivos suficientes para despedirme y eso no era lo que quería.
Decidí respirar profundamente salir de aquel sitio que tantas alegrías me había dado y al que nunca querría volver a entrar. Me senté en mi coche en el que estuve un par de minutos agarrando el volante mientras intentaba contener mi ira. Minutos mas tarde conseguí arrancar.

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