domingo, 15 de agosto de 2010

Capitulo 30:

Capitulo 30:

-¿A dónde vamos?
-Te he dicho que es una sorpresa.
-¡Pero es que las sorpresas me ponen nerviosa!
-¿Y a ti que no te pone nerviosa?
-Bueno también es verdad.
Yo tenia algo claro primero tendríamos que ir a su casa porque no íbamos ir con los perros a un restaurante a donde me quisiera llevar.
Mientras tanto en el coche íbamos hablando sobre todo de mi me preguntaba muchas cosas, sobre mi familia sobre mi vida en España aunque yo no le daba muchos detalles.
-¿Por qué te fuiste de España? Venirte aquí sola no se no lo hace uno todos los días.
-No se de siempre he querido viajar y me dieron esta oportunidad, además creo que elegí bien el destino ¿No crees?
-Pues no lo se porque si no hubieras elegido Alemania yo…
-¿Tu que tom?- Me puse a chillarle.
-¡Nada nada no me chilles que estoy a tu lado!-Empezó a reírse
-No, ahora me lo dices.
-Cuando salgamos del coche no quiero que me pegues y provoque un accidente…
-¡No soy una agresiva! Dímelo!
-No seas impaciente si ya queda poco para llegar…Respecto a lo de agresiva…¡Ay!-En ese momento le di una colleja.-¿Ves decías que no eras agresiva?
-Yo seré una agresiva pero tu eres idiota!
-No te piques así que luego me toca desenfadarte a mi…Aunque la verdad no me importaría-Me guiño un ojo en ese momento-
Yo suspire me quede callada y me puse a mirar por la ventana.
Tom no dejaba de reírse y me ponía nerviosa como de costumbre, estaba deseando llegar a su casa para que me dijera eso que me tenia tan intrigada
Por fin llegamos bajamos del coche, la casa era muy grande y tenia un jardín precioso.
Aquel jardín estaba rodeado por un muro bastante alto debido a que las fans si no se colaban o estaban todo el día ahí asomadas.
Yo me quede asombrada la puerta principal estaba llena de flores o de dedicatorias para los gemelos también, se veía alguna fan que otra rodeando la casa.
A los perros los dejo sueltos por el jardín siempre los dejaba allí cuando hacía buen tiempo y luego los metía en casa. Nosotros entramos en la casa y yo miraba hacía todos los lados me parecía increíble estar en la casa del gemelos Kaulitz. Yo era una de esas fans que tantas veces había planeado colarme en su casa y robarle algún calzoncillo o una gorra o algo, y ahora sin proponérmelo estaba ahí dentro.
Era una sensación muy extraña, bueno en realidad era una sensación especial esa la sensación de sentir como tus sueños se van haciendo realidad.

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